El 12 de Noviembre de 1985, Enrique Tierno Galván y Juan Barranco fueron a Figueras para firmar con Salvador Dalí el Acuerdo para la construcción del conjunto monumental El Dolmen de Dalí en Madrid (https://drive.google.com/file/d/1Kj8euZaHwT_ZpaVycZl-9eBvaRBp3d8v/view?usp=sharing), que configura la plaza dedicada al pintor catalán y su entorno. La firma tuvo lugar en Torre Galatea, en presencia de Robert Descharnes y Antonio Pitxot, siendo noticia destacada en medios de comunicación nacionales e internacionales. A lo largo de estos 35 años, todos los implicados en la construcción de esta sublime obra de arte –tanto personas como instituciones- han ido renegando de ella.
Por supuesto el Partido Popular, que no desaprovecha ocasión para ir mermando el conjunto monumental y hacer negocio –ideológico, político y económico- con su destrucción. Las obras de “reforma” (expolio) de la Plaza -según un proyecto tramposo del sibilino arquitecto del Opus Dei Patxi Mangado, aprobado en Pleno del Ayuntamiento el 26.09.2002- engrosaron la caja B del partido (https://drive.google.com/file/d/1Hjpyg46Joo1RpgBibnvWwLfAnRvpbrIe/view?usp=sharing), además de contribuir a borrar la memoria de Tierno Galván y eliminar un monumento de transcendentalismo supracristiano en plena “zona nacional” del Distrito de Salamanca.
El PSOE, que nunca entendió a Dalí ni tragó ni a Tierno, se abstuvo en la votación. No tuvo el coraje de defender la obra de su alcalde ni de denunciar la ilegalidad de la propuesta. El principal responsable, Rafael Simancas, lo pagó kármicamente al ser despojado de la presidencia de la Comunidad. En sus filas, únicamente otro “maldito”, Alejandro Inurrieta, se sumó activamente a la defensa del Dolmen. De Juan Barranco hay poco que decir porque poco ha hecho. Ni siquiera desde el gobierno, el PSOE se ha dignado a mover ficha ministerial alguna para preocuparse mínimamente por el monumento.
Izquierda Unida cayó en la trampa del “franquismo” de Dalí que le tendió la derecha, y votó a favor de la eliminación de la plaza. Años después, su concejala Milagros Hernández, con la ayuda del técnico Paco del Barrio, intentó remediar aquella infamia con poco éxito pero notable esfuerzo. La desorientación de IU no ha sido menor en este asunto que en otros muchos.
La promotora del monumento, Rosa María Laa, de la sociedad Ararte, tampoco hizo valer sus derechos. Prefería no enfrentarse a las instituciones para no poner en riesgo sus dineritos.
Tal vez, dirán Vds., todos ellos se lavaron (y se lavan) las manos porque la responsabilidad de la defensa del Dolmen es de la Fundación Gala-Salvador Dalí. Y no les faltaría razón, visto el celo que ponen en perseguir a presuntos falsificadores o para boicotear a pequeños coleccionistas que van por libre (Ver Colección Clot, de Francisco Lara). Sin embargo, en este caso miran hacia otro lado, habiéndose limitado a una posición autojustificativa puramente testimonial cuando el Ayuntamiento de Madrid sacó las excavadoras. Consideran bastarda a la que posiblemente sea la obra de Dalí más documentada y pública, tanto en su gestación como en su realización. El Sr. Sevillano, igual que el Sr. Barón o el Sr. Doménech (sobrino de Dalí), han eludido toda implicación, abandonando el testamento artístico del artista, su Gran Obra, a su suerte, a pesar de su inmenso poder institucional. Ni siquiera se han dignado a promover un estudio en profundidad del conjunto monumental, lo que demostraría el lamentable estado artístico actual del Dolmen y les avergonzaría justamente.
Porque lo que le falta al Dolmen de Dalí es su elemento más importante y definitorio, el enlosado (https://drive.google.com/file/d/1WU6FZKpTbAerWr4atDCbqlkzuzMoDtmI/view?usp=sharing). Como ya se sabe, fue Germán Martín Castro, Prometeus, quien inspiró al pintor. En sus libros La Era de Acuario y Procesos de Evolución Superior, Prometeus enseña que “el ser humano ES UNA ENTIDAD evolucionando dentro de la Cadena Energética Universal de doble bipolaridad (Bios -Logos)” (Avisos Especiales 30, 2020, https://www.facebook.com/german.martin.9/posts/3617029021669577), un conocimiento imprescindible para fundamentar la correcta evolución humana. Y esa “Cadena Energética Universal de doble bipolaridad” estaba representada en el enlosado radial y circular que sostenía al dolmen y al Newton, con una maestría únicamente al alcance de Salvador Dalí.