¿DÓNDE QUEDA LA CONCIENCIA EL 4-M?

Las maquinarias electorales están en marcha, “ya suenan los claros clarines” (Rubén Darío) y los ejércitos se preparan para “la batalla de Madrid”. Nadie duda de su importancia táctica ni estratégica, ni de los múltiples efectos, a corto y medio plazo, que estas elecciones van a tener en la vida política española. Solo comparables a las elecciones catalanas, que en el último decenio han marcado ritmos aún mayores, europeos.

Detrás de las propuestas sobre abrir o no bares y fronteras autonómicas; de aumentar las dotaciones para sanidad y educación públicas, o seguir reforzando el clasismo; de potenciar los servicios sociales y los salarios dignos, o abrir una nueva edición de los “juegos del hambre”. Más allá de la retórica sobre una libertad imposible sin igualdad económica, y más acá de las soflamas antifranquistas. Por encima de todo ello sobrevuelan distintos conceptos de qué es la persona humana y la vida, de los que nadie quiere hablar, por pudor, por ignorancia o por miedo a perder votos, sobre todo desde la izquierda. Sin embargo, hasta que las fuerzas de progreso y cambio no cojan este toro por los cuernos, no se podrá orientar la necesaria solución.

La izquierda debe abandonar el materialismo científico (ya superado desde Einstein: E=mc2) sin caer en el cristianismo, ni por supuesto en el esoterismo ramplón. En primer lugar ha de estudiar la propia historia de su pensamiento y dar pasos adelante. Reconocer que Wollstonecraft, Franklin, Robespierre, Marx, Proudhon, Montessori, y muchas otras, estaban influidos por filosofías transcendentes (masónicas, rosacruces y similares, incompletas pero que cumplieron su papel), al igual que la mayoría de los presidentes de las Repúblicas españolas. Sin esa visión transcendente de la persona y la vida, muchas de sus ideas y obras no habrían sido posibles. Esto se silencia sistemáticamente desde que Lenin –en una desgraciada incursión metafísica que no desmerece su inmensa aportación- “dogmatizara”, dando carta de naturaleza al materialismo científico dentro de las distintas ramas marxistas, que lo han asumido y replicado.

Es comprensible que a lo largo del siglo XX no haya podido revertirse este camino, pues no había mejores ideas en las que asentarse. La alianza perversa entre las iglesias cristianas y el poder económico, nobiliario y militar, que tras la ignominia de sustentar a los fascismos no tuvieron suficiente, y hoy son garantes del neoliberalismo más atroz, cerraba esa vía, tampoco válida por sus bases mitológicas y alienantes. Por otra parte, el anclaje del esoterismo en la magia, la alquimia, el misticismo y/o la superstición, sin poder alcanzar una normalización científica, lógica, moral y social de sus postulados ideológicos ni de sus praxis, también impedía su reconocimiento en el ámbito del progreso socio-político-cultural de la humanidad.

Afortunadamente, esto último ha cambiado. En 2015 se publicó La Era de Acuario, el segundo libro de Germán Martín Castro, Prometeus, en el que rompe con la concepción medieval que imperaba en el mundo esotérico-transcendental, y que impedía su consideración como línea de interpretación adecuada del mundo y como orientación válida para la vida común. Sus siguientes libros, Procesos de Evolución Superior (2019) y Mensaje (2020), terminan de definir el nuevo paradigma en las ciencias humanas. Un enfoque integrador de todo lo correcto y justo que ha alcanzado a saber el ser humano, y la propuesta de las líneas de actuación adecuada para que la evolución sea completa.

Por eso hoy más que nunca, en la víspera de “la batalla de Madrid”, es necesario poner en el frontispicio sus palabras del 13 de Marzo, que deberían estar incluidas en los principios rectores y programas electorales de todos los partidos progresistas:

“1.- En primer lugar, es absolutamente necesario que todos los seres humanos sepan y acepten que el fin principal de la vida y la existencia es EVOLUCIONAR como ser humano.

2.- Para EVOLUCIONAR adecuadamente, todos los seres humanos deben tener los mismos derechos, las mismas condiciones y todas las capacidades, y posibilidades necesarias que aseguren una vida digna.

3.- Para que todo ser humano pueda llevar una vida digna que le permita prepararse para evolucionar como es debido, es condición indispensable que haya en la sociedad los medios necesarios de alimentación, cobijo y preparación para su consecución.

4.- Para cumplir con el apartado 3, es indispensable, la preparación y disposición adecuada por parte de los gobiernos (en sus distintos niveles), de toda clase de medios administrativos, sociales y económicos.

5.- Para que existan esos medios que se necesitan, es indispensable que los estados y naciones se preparen y adecuen para que todos los seres humanos puedan ser capacitados y estén capacitados y preparados para enfocar y dirigir su actividad en la producción de toda clase de medios, condiciones y productos necesarios, a fin de que sea posibilitado todo lo expuesto en los anteriores párrafos.

6.- Todo mundo debe comprender y aceptar que para realizar este mínimum de condiciones que se piden, no es necesario dinero o moneda alguna que lo posibilite, sino que solo se requiere una formación y disposición de los estados y naciones, para que todos los seres humanos lleven a cabo lo adecuado y necesario al cumplimiento de todo lo que los seres humanos necesitan para vivir dignamente y evolucionar y progresar como es debido.”

El partido-movimiento MID (Unión Integral y Democrática) es, de momento, el único comprometido con estas premisas y líneas de trabajo. ¡Únete a la Evolución!