LIBRO.- 5.-Verdadero camino y solución a los problemas de la humanidad.
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Por orden del DESTINO.
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A la atención de todas las naciones del mundo pero muy especialmente a la nación española.
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En el siglo XXI, ya los pueblos no pueden asumir, ni deben admitir, ni ven con lógica, ni es de recibo, que sea la fuerza, el poder y el dinero, (polo positivo de la existencia), lo que siga prevaleciendo a nivel de acción y gobierno, sobre la inteligencia, la justicia y la razón, (polo negativo de la existencia).
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En el siglo XXI, los pueblos no pueden ya permitir, (porque no es de recibo, ni justo ni lógico), que solo los ricos, los poderosos, en una palabra, (los que posean dinero suficiente), puedan tener derecho a un nivel cultural elevado, mientras las clases populares apenas pueden alcanzar el nivel de cultura media necesario para discriminar adecuadamente sobre la vida.
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En el siglo XXI, ya los pueblos no pueden admitir, ni deben tolerar, que el gobierno, o alguna institución, traten de ayudar o atender al necesitado, en vez de que por ley sean abolidas la necesidad y la miseria económica, es decir, que absolutamente todo ser nacido de mujer, tenga asegurado los medios necesarios para vivir dignamente y evolucionar como es debido.
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En el siglo XXI, todos los pueblos del mundo deben requerir, (porque es justo y necesario), que absolutamente todo ser humano reciba la instrucción, preparación y educación completa hasta los 18 años.
Cumplido ese requisito, cada ser humano como mayor de edad, será encauzado y preparado para ser útil a si mismo y a la sociedad, atendiendo a las capacidades y cualidades de cada uno.
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En el siglo XXI, todos los los pueblos, deben exigir que haya en el mundo verdadera libertad no solo de expresión, de pensamiento y de actividad política, sino también verdadera igualdad social y económica.
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En el siglo XXI, puesto que muchos seres humanos de todos los pueblos, han llegado (con gran dolor y esfuerzo), a un buen nivel evolutivo y mental, ya no pueden permitir dejarse engañar y manipular, (como siempre ha sido y lo es en la actualidad) por los poderes fácticos, los gobiernos, las instituciones culturales y las religiones.
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En el siglo XXI, puesto que los pueblos ya ven claramente que el rumbo, camino y forma de vida que se lleva, no son ni correctos ni adecuados y justos, piden y exigen a toda clase de AUTORIDADES, que no se empeñen en seguir los mismos métodos y caminos que hasta el día de hoy siguen, pues los pueblos no lo pueden admitir ni mucho menos tolerar.
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DE TODOS ESTOS PUNTOS, (y de sus comprensión y aceptación), habremos de ocuparnos en un mínimo de tiempo, antes de atacar la forma práctica de conseguirlos y llevarlos a cabo.